lunes, 2 de junio de 2008

Mi cumplir des-años en un medio maratón (primera parte).




Desde hace algunos años se me prendió la chispa de devenir maratonista. Ahora ya no es una chispa, pues hay una llama que me impulsa a correr: estar más conectado con la creatividad. Así, mientras corro escribo poemas o continúo con la escritura de algún cuento o resuelvo problemas existenciales o siento que me conecto con lo divino o simplemente me desconecto del mundo para entrar al país de mí mismo. Pero, no es sólo de las carreras que quiero hablar hoy; no. Mientras escribo me inspira ayer porque además de haber sido el día de mi cumpleaños éste coincidió con el medio maratón organizado por el club deportivo San Javier. Medio maratón que en otras ocasiones se había llevado a cabo en otros días de junio pero no en mi propio día. Esta coincidencia me hizo sentir que la vida me estaba hablando mientras me miraba a los ojos. Y, por primera vez, mi cumpleaños llegó sin la tristeza inicial con el que años atrás me saludaba antes de darme alegría.

El medio maratón comenzó a las 7:30 de la mañana y no me puse bloqueador solar ni llevé cachucha, pues creí que no saldría el sol a juzgar por las predicciones del tiempo. Unos días antes ya había planeado que en este cumpleaños correría las etapas de mi vida, tal como acostumbro en los maratones completos. Lo haría así porque mi cumplir años me lo dictaba. Y, para lograr ese efecto, llevé música cuidada con minucia (si recorro las etapas de mi vida mientras corro, no es por masoquismo; las recorro para darme cuenta de otros aspectos que antes no miraba. ¡Ah!..
¡Vaya que me he dado cuenta de muchas partes maravillosas! Para ser breve: hay otra historia que acompaña la historia oficial personal y darse cuenta de ello, es un regalo. No me hagan caso si no quieren, pero al menos de mí mismo soy mi propio testigo. Aunque, con este gozo aquí manifiestado no quiero decir que estoy del otro costado. "Todos somos náufragos", me lo recuerda el filósofo español: José Antonio Marina.)
Ya en la carrera, el sol alumbró: ¡quemaba como nunca el príncipe sol y así me daba un abrazo de cumpleaños muy a su manera!

Puede que suena a cuento, pero en esa carrera todo me fue concedido de manera doble: me regalaron dos playeras cuando todos los competidores teníamos derecho sólo a una. En efecto, se trata de playeras alusivas al medio maratón y, ¿qué creen?.. Las playeras y la medalla tenían un sol impreso; un sol con un diseño muy mexicano. Después, al momento de abastecernos de Gatorade (esa bebida hidrante que genera adicción en los deportistas) me tocaron dos botellotas. Y –por favor, créanme—cuando me tomaron la foto fui el único al que le salieron dos fotos en lugar de una. ¿Parece mentira, verdad?... pero si logro que me crean, con seguridad sospecharán como lo he hecho yo: la vida sabía de mi cumpleaños. No continuaré platicando lo de las cosas dadas de manera doble: no quiero cansarles. Mejor, en la parte de arriba les comparto mi retrato de finalista donde se puede ver un poco el sol impreso en la playera y en mi cara y aquí, enseguida, les muestro tres fotos sobre mi recorrido en el maratón de Guadalajara 2007 (42 kmts. 195 mts).
Después de saludarlos y saludarme, mediante estas imágenes fotográficas, les invito aventurarse a leer la segunda parte de esta historia.



















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