miércoles, 25 de mayo de 2011

Poetizar junto al filosofar. (Agradecimientos por mis estudios de maestría en Filosofía y Ciencias Sociales en el ITESO).

Hace sólo unos cuantos días de este mes de mayo de plenitud solar, terminé mis estudios de maestría en Filosofía y Ciencias Sociales en el ITESO. Inicié ese estudio de tres años porque, aunque parezca contradictorio, poetizar está junto al filosofar. Claro: entendiendo aquí filosofar como volver a com-prender a los seres y a las cosas más allá de lo establecido y de lo impuesto por logificación. Porque lo establecido permite la nadificante presencia de quienes en las modernas polis o se vuelven políticos del crimen o desde la inautenticidad pretenden imponer modelos de vida. Junto a mis compañeros de estudio hago votos para nunca querer instalarnos en ese horizonte donde, como bien escribió el filósofo Ignacio Ellacuría, encontramos “la nada con apariencia de ser."

En efecto, estudiar Filosofía no es horizonte de soberbia si recordamos que filósofo no es quien cree saberlo todo y se aferra en dogmatismos. Más bien, el filósofo busca porque, a pesar de todo, descubre el asombro y quiere vivir en el asombro persuadiendo a los otros a caminar senderos nuevos. El filósofo no se acomoda en una realidad impuesta ni ha decidido permanecer en los fatuos sueños (viéndolo bien, son fauces-sueños) de quienes sólo se ven a sí mismos y olvidan que si podemos vernos es por la mirada de los otros. El camino de la filosofía puede ser arduo, ni duda cabe, pero la meta es volver a ver y eso no tiene el precio de donde hasta los perros bailan.

Agradezco al devenir, y al fondo del devenir, por esta oportunidad que, de ser posible, permanecerá en mi memoria aún más allá de la muerte si acaso hay muerte.

Amigos de Filosofía.

Para finalizar esta nota, dejo un poema que forma parte de mi libro El milagro de tu voz distinta* que el ITESO me publicó en 1999.


ENTRE LO INÚTIL

El profeta insiste en desentierro
Su amada gime en la palabra
Errante de dolor y alegría
Lo han visto convertir el agua en una fiesta
Llegó para volar con todos
y aplastar orgullo de las rejas.

Pero lo mismo silencia ante Dios muerto

El profeta cura al sol Le hace nacer plumas
Proyecta una casa sin ladrones
Camina entre humareda
Mientras calles encienden carcajadas.

El profeta no tiene donde reclinar sus ilusiones
y ni siquiera almohada.
Lo llaman hijo de carpintero idiota diablo
Y es niño que sueña marcha de la tierra.











*MÉRIDA, Martín. (1999). El milagro de tu voz distinta. Guadalajara, Jalisco, México: ITESO. pp. 41-42. D.R.

2 comentarios:

Flor de Vita Amaro Zilli dijo...

Hola
Muchas felicidades por lo de su maestría, bueno no sé si me recuerde fui una de sus alumnas el semestre que acaba de terminar y la razón de este mensaje aparte de felicitarlo es que no se si este interesado en unirse a esta causa http://www.avaaz.org/es/end_the_war_on_drugs_la/?rc=fb&pv=18

están juntando firmas como un llamado para que se haga algo con la guerra que viven muchos países en América latina.
Espero y firme y que pase unas buenas vacaciones.

Flor de Vita Amaro Zilli dijo...

Hola
Muchas felicidades por lo de su maestría, bueno no sé si me recuerde fui una de sus alumnas el semestre que acaba de terminar y la razón de este mensaje aparte de felicitarlo es que no se si este interesado en unirse a esta causa http://www.avaaz.org/es/end_the_war_on_drugs_la/?rc=fb&pv=18

están juntando firmas como un llamado para que se haga algo con la guerra que viven muchos países en América latina.
Espero y firme y que pase unas buenas vacaciones.